Me encargo de sonorizar todos los espacios de las bodas con equipos de última generación discretos y sin entorpecer la vista, con la variedad musical que deseéis, como la ceremonia, el aperitivo, el convite y la fiesta.
Daré un toque distinto a vuestra fiesta con algo totalmente disruptivo, que es tocar el violín en medio de la sesión, con las canciones más punteras y cañeras del momento y los clásicos más conocidos.